viernes, 2 de marzo de 2012

Cambia como quieras que cambie el mundo

Bu Dai/Hotei (alias Buda Gordo que se parte el culo):

 Llegó a casa como una horterada conseguida en un "enemigo invisible" y ha pasado a ser un amuleto y una inspiración. Representa la felicidad y la abundacia.
 Fué un monje budista chino amable, alegre, bondadoso y sabio que siempre llevaba consigo comida, dulces y un abanico que concedía deseos (oogi). Se dedicaba a viajar por todo el mundo y quitarle la tristeza a la gente... ¿puede ser más bonito?

Todo lo que nos ayude a ser mejores personas y evolucionar moralmente, bienvenido sea. No hay mejor objetivo que ser felices y hacer felices a quienes nos rodean. ¿Acaso el miedo y el odio nos aportan algún tipo de bienestar?


4 comentarios:

Maeglin dijo...

El primer regalo que hacía es la sonrisa. Hoy en día al acabar tu jornada puedes contar con las manos y te sobrarán dedos la gente que sonrie. Y sin embargo la sonrisa suele ser contagiosa y boomerang si la lanzas tres de cuatro veces vuelve.

Ha sido como abrir los regalos de Reyes entrar por aqui y ver luz de nuevo SaraH

Tarambana dijo...

Me ha gustado la historia del hombre que viajaba con comida, dulces y un abanico que concede deseos. Hay historias muy bonitas en las culturas orientales.

Y la figura es muy simpática. Si sirve para recordarnos de vez en cuando que hay que ser más felices y olvidarse un poco de preocupaciones y conflictos feos, entonces ya resulta útil.

Que tengas buen fin de semana!

Petri dijo...

Pues tienes razón el odio y el miedo no aportan nada positivo, por lo menos el odio.

Sarah dijo...

Claro Maeglin, recogemos lo que sembramos!

Tarambana, estoy de acuerdo. Hay historias muy bonitas en todas las culturas, si nos centraramos más en dichas historias que en esteriotipar, prejuzgar y burlarnos de ellas encontrariamos algo que poder aplicarnos de cada una de ellas :D

Blog A, el odio la mayor parte de las veces viene del miedo, no crees?