domingo, 9 de septiembre de 2012

Balances de un domingo cualquiera

Podríamos decir que es un día malo. Una mierda como un piano. Un domingo en el cual toca trabajar, en un centro comercial donde solo hemos abierto cuatro tiendas. Nos decimos a nosotros mismos "somos los más gilipollas", pero no. Miras hacia el pasillo y ves gente paseando... gente paseando en un centro comercial con cuatro tiendas abiertas y por consiguiente con un pasillo en penumbra debido a la poca luz de los escaparates encendidos (cuatro), vagando como almas en pena.

Como no nos queda más que resignarnos a nuestro nuevo estilo de vida social tenemos dos opciones:

1. Amargarnos la existencia
2. Adaptarnos y buscar la armonía

Lo más sano e inteligente es escoger la segunda opción, por lo que voy a pensar en verde, en las cosas buenas que me ofrece este Domingo 9 de Septiembre en concreto.

- Me he levantado sin resaca. Es importante cuando has salido a darlo todo y tienes cosas que hacer al día siguiente. Y aquí estoy, como una rosa.

- Ha hecho una preciosa mañana soleada. Calor, pero en su justa medida. He podido disfrutar del solecito dando un paseo a la perra.

- Teníamos comida hecha. Y gracias a esto hemos tenido tiempo de sentarnos tranquilamente a hechar un cigarro y ver el Príncipe de Bel Air.

- Funciona el Whatsapp

- Tengo dos camisetas nuevas. Una de Violadores del Verso y otra muy chulina que me ha dado Rocío, para cortarlas y personalizarlas.

- Son las fiestas de Parla. Con lo cual esta noche nos iremos a tomar algo, a comer un mini de patatas y a montar en el pulpo! (si, el pulpo es ideal a cualquier edad).

De momento no me sale nada más, veamos como va surgiendo el día.

A ser felices!

sábado, 8 de septiembre de 2012

Noooooo!!! Whatsaaaaap!!

LLamo a la operadora, reinstalo la aplicación, apago y enciendo el móvil (ni no na ni), llamo a la operadora, reinstalo la aplicación, apago y enciendo el móvil...

Nooooooo, Whatsaaaaap!!!

Para ahorrarse todos esos pasos, informo que el problema de Whatsapp es un fallo puntual de la aplicación que estamos sufriendo solo algunos clientes, de cualquier compañía. No tiene nada que ver con el terminal ni la operadora.

Tal como se fué volverá. (Putada, lo se)

domingo, 2 de septiembre de 2012

Get a life!

Yo trato de ser asertiva, de estar en calma, de ser Zen... pero me lo ponen muy difícil.

Como he dicho otras veces, el trabajo en comercio está infravalorado, pero en telefonía móvil es otra realidad. Cada vez tengo menos paciencia, pero sigo intentando mantener mi sonrisa y soltando mis chascarrillos de chica chisposa y campechana. Hay quien no me los ríe, pero como decía mi padre "pues yo me hago mucha gracia solo".

El estado de nervios ha llegado al punto de cantar sin darme cuenta. Conoceréis el refrán: "el español cuando canta..." En general no me preocupa, pero el nivel cantar delante de un cliente "la historia interminaaableee, aaaaa aaaa aa" mientras le configuro el teléfono puede ser peligroso. Y prometo que no iba con segundas (aunque podría), la tenía en mente debido a que el día anterior me habían prestado el libro, y hablamos toda la noche acerca de la película ya que hace un par de años tuve un herpes zoster en la espalda al cual llame Bastian.

Desvarío aparte, disfruten de su fin de semana, y no vayan a comprar hoy Domingo que Dios los creo para descansar.

Amén.

martes, 1 de mayo de 2012

Los chicos de la Cruz Roja


No teníamos bastante con cierto tipo de clientes. Tampoco teníamos bastante con esquivar "solidarios" en Preciados. Ahora los comerciales de Cruz Roja van a tu tienda. Y no es que tenga nada en contra de su labor, pero en cuanto a métodos de captación... digamos que hay formas y formas. Expongo mi experiencia:

Estábamos Rocío y yo en la tienda, un miércoles cualquiera, cuando se nos presenta una señorita que trabaja para Cruz Roja. Nos informa acerca del Banco de Alimentos y solicita nuestra colaboración económica, la cual no ofrecemos por diferencia de opiniones (vamos a llamarlo así). 

A los diez minutos aparecen tres hombres de traje, y uno de ellos es quién se dirige a nosotras:

Señor: Buenas tardes, somos de Cruz Roja y venimos a hablar con chicas que van de rojo (ja ja ja)
Yo: Hola... si, ya ha estado tu compañera antes.
Señor: Oh, muy bien, y ya habéis firmado?
Yo: No, no vamos a firmar, ya se lo hemos comentado a ella.
Señor (con cara de asco): Ah... muy bien... os parecerá bonito...
Rocío y yo: ¿?
Yo: Si mira, somos muy malas personas. 
Señor: Pues a la gente como vosotras lo que hacemos es apuntarlas en la lista para "que os den".
Yo: ¿Perdona?
Señor: Si si, para recibir ayuda...
Yo: No, gracias...
Rocío: En esa estamos todos.

Aún así, como soy más inocente que un grano en la frente, caí en la cuenta los cinco minutos de irse. 

- Rocío, nos han dicho que nos den, o me lo ha parecido a mi?
- Si hija, si...
- Que cabrones!

Recomendaría a estos "altruistas" a comisión, que antes de dar lecciones de moralidad al resto, aprendieran algo de educación y respeto por su cuenta, ya que su empresa solo les enseña las tácticas comerciales (no muy buenas, por lo que veo)

Feliz puente a todos!

martes, 6 de marzo de 2012

Se me enamora...

Próximo destino internacional, quién sabe cuando: Suiza

Ciudad de Zug




Cuenta la leyenda que el Lago de Zug estaba gobernado por un Rey Elfo que vivía con sus hijas en un palacio de cristal en el fondo del Lago. Algunas noches, las ondinas salían a la ciudad y bailaban en la fiesta de la cosecha, desapareciendo al amanecer, pero una noche una de ellas se enamoró de un lugareño, por lo que realizó un hechizo para que el joven pudiera vivir con ella bajo el agua. Como hechaba de menos a los suyos, el joven comenzo a sentirse triste y la ondina, para hacerle feliz, hechizó la ciudad entera y la sumergio bajo el lago. Se dice que aquellos que miraban las aguas del Zug podían distinguir la ciudad bajo el lago.

Lucerna
 

viernes, 2 de marzo de 2012

Cambia como quieras que cambie el mundo

Bu Dai/Hotei (alias Buda Gordo que se parte el culo):

 Llegó a casa como una horterada conseguida en un "enemigo invisible" y ha pasado a ser un amuleto y una inspiración. Representa la felicidad y la abundacia.
 Fué un monje budista chino amable, alegre, bondadoso y sabio que siempre llevaba consigo comida, dulces y un abanico que concedía deseos (oogi). Se dedicaba a viajar por todo el mundo y quitarle la tristeza a la gente... ¿puede ser más bonito?

Todo lo que nos ayude a ser mejores personas y evolucionar moralmente, bienvenido sea. No hay mejor objetivo que ser felices y hacer felices a quienes nos rodean. ¿Acaso el miedo y el odio nos aportan algún tipo de bienestar?